El pasado viernes me levanté con un calor increíble, con el sol pegando en mi cuarto. Como sabréis la mayoría, en el Reino Unido no hay ni una maldita persiana, por lo que a las 11 de la mañana te tienes que despertar quieras o no.
Asqueado por el calor, se me ocurrió comentarle a Iñaki, mi compañero de piso, que ya era hora de concretar la hazaña que nos venía rondando por la cabeza desde el mismo día en que llegamos a esta pequeña ciudad galesa: darnos un baño en las aguas de la bahía de Swansea. A continuación, el documento gráfico que lo acredita,
Asqueado por el calor, se me ocurrió comentarle a Iñaki, mi compañero de piso, que ya era hora de concretar la hazaña que nos venía rondando por la cabeza desde el mismo día en que llegamos a esta pequeña ciudad galesa: darnos un baño en las aguas de la bahía de Swansea. A continuación, el documento gráfico que lo acredita,
1 comentario:
Ahora sí! Te estás haciendo un crack, jajaja. Oye, yo no me voy de Swansea sin darme un chapuzón, aunque con el invierno que se acerca...
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