Acabo de llegar a casa, es tarde, cena con vino y amigos. Esta noche me han recordado que no bastaba con poner un nombre original para que se le pudiera llamar blog y me han convencido. Desgraciadamente empieza hoy, 16 de Junio de 2007 a las 2:55, trataré de aburrir lo máximo posible a todo el que me lea y generar polémica hasta que algún huevo arrojado con ira por alguno de mis inexistentes lectores consiga superar siete plantas para alcanzar mi casa. En fin, qué importante soy.

jueves, 31 de enero de 2008

Descubriendo Twin Peaks

Aunque parezca mentira, mi primer contacto con el director, guionísta, fotógrafo y dibujante David Lynch fue hace relativamente poco. Habrán pasado unos dos años desde que vi Eraserhead (Cabeza borradora). Realizada durante 5 años, fue estrenada en 1976, convirtiéndose así en su primer largometraje, una obra realmente extraña. Los gritos del repugnante feto, el pollo que se mueve y expulsa su relleno durante la cena, la escena de cama, etc. Toda la atmósfera que rodeaba el film no se me olvidará jamas. Fue acabar de ver la película e ir corriendo a hablar con mi madre, que era la primera que tenía a mano para soltar todo lo que había visto aquella tarde. En esa época no tenía ni idea de quién era David Lynch, fue una de las primeras películas que cogí de la biblioteca y la elegí por su portada, que destacaba sobre todos los clásicos de la pequeña filmoteca de mi barrio. Se había revelado ante mí un universo nuevo, un nuevo director, esto es, la oportunidad de devorar una filmografía desconocida. Curiosamente a partir de ese momento las referencias a Lynch y a su universo no paraban de aparecer en las revistas especializadas que comencé a consumir en aquella época. Este hecho me hacía sentir pequeño, por desconocer a alguien tan conocido entre los entendidos, pero a la vez importante. Había sido capaz de descubrir a este genio por casualidad, lo que provocó que el lazo entre ambos no sólo se sustentara en compartir el mismo nombre de pila.

En aquella época, mi amigo Telmo me había enganchado al mundillo de los cortos, así que me decidí a encontrar los de este sorprendente autor. Si Eraserhead fue cautivadora, sus cortos fueron algo más; me ayudaron a entender mejor al autor y su primera película, así como todas las posteriores. En el DVD Lynch va explicando como llega a realizar cada uno de los cortos que inauguraban su intachable filmografía: Seis hombres enfermos seis veces, El alfabeto, La abuela, La amputada y El vaquero y el francés. Así, por fin empecé a familiarizarme con este autor americano, fumador empedernido y amante del buen café. En un par de meses había visto la mayoría de sus películas. Aún hoy me queda por ver Inland Empire, elegida mejor película del año pasado por gran parte de la crítica. Todavía no la he visto porque me da miedo quedarme sin nada que poder ver de uno de mis directores favoritos; ya me ha pasado con Medem y lo estoy pasando un poco mal. Algún día hablaré de este genio donostiarra.

Creo que iba a hablar de Twin Peaks en esta entrada, ¿no? Os podéis imaginar que la serie es de Lynch, lo digo por la parrafada que llevo escrita sobre él. La empecé a ver hace unos días, no era la primera vez que la cogía de la biblioteca de la universidad de Swansea, pero no me atrevía a empezarla y no sé por qué. Puede que sea porque cuando era pequeño aborrecía la música de la serie, que me recordaba demasiado a una telenovela barata, quizá a Invitation to Love. No lo sé, creo que cuando era pequeño incluso tenía miedo a esta serie y no sé por qué. Es una de esas sensaciones que tienes cuando eres pequeño, de hecho, una sensación con sentido, la serie no es terrorífica, pero sí traumatizante para un niño de unos 7 años (esa era mi edad en el 92). ¿Quién mató a Laura Palmer? Con ese eslogan se hizo famosa la serie en España, además de por tener un episodio piloto que dura casi dos horas y que además fue estrenado en el Festival de Cine de Valladolid, algo sin parangón para una serie. Twin Peaks marcó una época, un antes y un después en la industria televisiva, dando el salto cualitativo que se necesitaba y todo ello gracias a un director como Lynch.

Hoy en día son cantidad las series de calidad que se emiten, sobre todo en EEUU. He ahí Perdidos, A dos metros bajo tierra, Los Soprano o Carnivale, por ejemplo. Esto no sería posible si no llega a ser por gente como Lynch, que dando ejemplo ha hecho de la televisión una plataforma para productos de calidad. Así pues, a lo largo de los años noventa, la televisión ha pasado de ser un medio marginado por los mejores profesionales audiovisuales a convertirse en el oscuro objeto de deseo de guionistas y actores, que en una buena serie encuentran un salario fijo y el éxito que muchas veces las películas no pueden dar. Ahí tenemos al señor James Gandolfini, nuestro Tony Soprano, cobrando 1 millón de dólares por capítulo.


P.D.: Twin Peaks en español está bien, pero la serie en inglés gana mucho.

3 comentarios:

alguien dijo...

Ya sé que no es de tus preferidos, pero varias décadas antes Hitchcock trabajó a saco en televisión. También hacía (y sigue haciendo esto) Spielberg, o James Cameron, Rodrigo García (en la citada A dos metros bajo tierra)... lo bueno de los cineastas que trabajan en televisión es que cada uno logra inyectarle su estilo a un proyecto. También da a entender que la televisión y el cine están divididos por una fina barrera. No es justo juzgar los productos televisivos por las típicas comedias de sobremesa, sino por el trabajo de escritores y directores que únicamente se ve(ía)n limitados por el medio.
Twin Peaks es buena, aunque probablemente le sobren episodios.
Mañana sigo, que hoy tengo sueño!!

David J. Ortiz dijo...

Hichcock: "Es una vergüenza salir por televisión, pero mi familia quiere comer". Evidentemente fue el primer director importante en dar un verdadero impulso a la televisión allá por los años 50.

El ejemplo de Spielberg (el cazarrecompensas más acaudalado de Hollywood) no me sirve. Aunque su llegada a la televisión fuera cinco años anterior a la de Lynch, su producto no tiene nada que ver con el de este último. Yo no pondría en el mismo saco a estos dos directores, Spielberg es uno de los padres del blockbuster, mientras que Lynch es una autor aclamado por la crítica.

La llegada de Cameron a la telivisión con Dark Angel la calificaría como poco exítosa, aunque me parece un buen ejemplo para hacer entender un punto en el que estoy de acuerdo contigo: la barrera entre tele y cine se ha estrechado.

Me sorprende que no hayas mencionado la legendaria Historias para no dormir, o La cabina, ambas anteriores a Twin Peaks. La que en su segunda temporada enloquece, absorbida por la vorágine que levantó a su alrededor. Posiblemente superior a la de Perdidos en su primera temporada.

Espero que con esto haya quedado más claro mi post. Saludos.

Anónimo dijo...

Yo tb recuerdo que de pequeño tenia miedo a esta serie. hay que decir que la sintonia es bastante perturvadora, asi con un rollo oscuro como de blade runner. y a parte de eso creo que la emitian tarde por la noche y mis padres no me dejaban verla. asi q o era porno o era de miedo :P esa era mi conclusion como enano.