Buenas ideas

No para, no para. Esas son ganas de hacer cosas, de trabajar y de abrirse paso en un mundo tan difícil. 2008 está siendo hasta el momento el año más prolífico para Telmo Iragorri Bascarán, año en el que la calidad de sus creaciones va en una clara progresión ascendente. Es ahora con 22 años cuando las ideas fluyen más que nunca entre las creativas conexiones neuronales del joven donostiarra (afincado en ninguna parte). Último año de universidad para él, que se está convirtiendo en su primer año de verdadera carrera, con muchos proyectos entre manos, con la única intención de aprender y no parar de desarrollar sus cualidades como director, actor y guionista.

Ideas. Las hay buenas y malas, más de las segundas que de las primeras, pero sin embargo, por lo general, hay un momento en el que los dos tipos: las buenas y las malas, apasionan por igual al autor, ese momento de embriaguez creativa que Telmo ha sabido reflejar perfectamente. Una dialéctica interna, a veces dramática, de la que ha sabido sacar la cara más amable. Buenas Ideas se convierte así en su mejor corto. Impresiona todavía más la calidad del producto cuando se conoce su presupuesto: 0,00€. Una cámara de fotos que hace las veces de videocámara le es suficiente para hacernos reír a todos. El guión es muy bueno, pero no valdría tanto de no ser por el dinamismo logrado en la acción gracias al fluido montaje en el que conjuga un gran número de planos (muy superior al que nos venía acostumbrando). A ver si hay suerte y con Buenas Ideas, su tercer trabajo tiene la repercusión que se merece.

Por otro lado, me alegra anunciar que en breve podré colgar un nuevo cortometraje del mismo autor: Sala de espera. Valiente apuesta escenográfica en la que participamos alrededor de una decena de “actores” amateurs. Además ya hay un proyecto encima de la mesa para esta Semana Santa, muy parecido a Mus muerto, me cuentan.